Dos puntos de contención se mantienen para el control de remanentes de crudo sobre la quebrada la Esmeralda en la vereda El Cedeño, en zona rural del municipio de Toledo (Norte de Santander).
El pasado sábado la zona fue epicentro del último atentado perpetrado contra la infraestructura del oleoducto Caño Limón – Coveñas que sufrió una rotura, ocasionando caída de petróleo en capa vegetal y en la vía La Soberanía.
De acuerdo con Ecopetrol, aún se adelantan labores de limpieza de la quebrada La Esmeralda, mediante el retiro de trazas del hidrocarburo confinados en recodos del cuerpo de agua para con ello evitar la llegada del producto al río Cubugón. Además la depuración de residuos en canales de agua lluvia ubicados a ambos márgenes del corredor vial, afectados por el desplazamiento del hidrocarburo.
El atentado en Toledo se convirtió en el número 79 perpetrado en contra de este sistema de transporte de hidrocarburos en lo corrido del 2018. El ataque se produjo dos días después del registrado en la vereda la Cañaguata, en jurisdicción de Cubará en Boyacá.
Atentado contra Caño Limón desató incendio.
Cortesía de Ecopetrol
Además del derrame de crudo, la voladura del oleoducto provocó un incendio en un bosque, ubicado a las márgenes de la carretera hacia el departamento de Arauca que dejó un área afectada de 750 metros.
Según el reporte de la estatal petrolera, en Norte de Santander se han registrado 64 atentados, en Arauca 10 y en Boyacá cinco durante este 2018.
BUCARAMANGA
