Monos de Alejandro Landes: Infierno y paraíso

Ocho años después de Porfiro (2011) – la historia real del aeropirata que reclamaba una indemnización del Estado- el director colombiano Alejandro Landes regresa con Monos. Sin duda, el mejor estreno del cine colombiano en lo que va corrido del 2019. La espera valió la pena.

Esta ambiciosa cinta que obtuvo ya 15 premios en Festivales como Sundance, Toulouse, Buenos Aires y Odesa, reúne a nueve países coproductores (Colombia, Argentina Holanda, Alemania, Uruguay, Dinamarca, Suecia, Suiza y Estados Unidos). Lo cual confirma que la coproducción es el presente y el futuro del cine independiente no sólo en Colombia.

En Porfirio un hombre atado a una silla de ruedas quiere volar y en Monos, un grupo de jóvenes, casi niños, permanecen reclutados y sobreviven como una manada. Casi anónimos y sin identidad, son la cara menos visible de la guerra. En sus cuerpos se vive el conflicto, la angustia, la lucha entre el dominio y la sumisión.

Película Monos, del realizador Alejandro Landes

Película Monos, del realizador Alejandro Landes. Se estrena el 15 de agosto.

Foto:

Cortesía Stela Cine

Sin hacer explícita la ideología o las condiciones, la película se concentra en los rostros de estos jóvenes y en sus dinámicas. No es una cinta de guerra al uso, pues aquí el mundo real se mezcla de forma alucinante con la ficción y, a la vez, como expresa Landes: “la línea entre las víctimas y los victimarios se vuelve cada vez más débil y frágil”

La referencia más inmediata es El señor de las moscas al mostrar como lo salvaje y la barbarie, afloran en condiciones extremas. El mayor acierto de Monos es lograr ese difícil equilibro entre la realidad y la pesadilla, entre la dureza y la compasión. Al fin y al cabo, la guerra es la experiencia más real, pero también la más cercana a la pesadilla y al infierno.

Landes logra sostener la tensión del relato y tiene en vilo al espectador todo el tiempo. Estos monos están obligados a vivir situaciones al límite, mientras experimentan también mucha presión interior.

Es como una bomba de tiempo. La película es capaz de retratar la fuerza y, a la vez, toda la vulnerabilidad de los protagonistas.

Monos es, sobre todo, una reflexión sobre la condición humana, sobre el país que somos e indaga en lo que hemos hecho con nuestros jóvenes. ¿De qué sociedad hablamos cuando son los niños y jóvenes, quienes pelean una guerra que los adultos dirigen?. El plano final es de antología.

Infierno o Paraíso (2014) es el nombre del documental colombiano de Germán Piffano, recientemente fallecido. Monos podría definirse como Infierno y Paraíso porque no hay aquí posibilidad de elección, porque ambos estados conviven, simultáneamente, en el mismo espacio y en la mente de las personas.

Martha Ligia Parra

Columnista y crítica de cine

En twitter: @mliparra