Estrategias frente al comportamiento cíclico del precio de la panela

Hoy, una panela se consigue en 1.500 pesos, cuando hace año y medio llegó a costar 4.000.

“Es la ruina total del sector, por eso la decisión de innovar y de diversificar con productos de valor agregado”, dice Alfredo Cruz, gerente general del trapiche La Palestina que acaba de sacar al mercado 11 nuevos productos, entre ellos la panela pulverizada instantánea, la panela mazamorrera y hasta la panela con leche.

Pero no solo la caída de los precios amenaza a un sector que genera 1.750.000 empleos en 500 municipios colombianos.

“El daño más grande que se le hace a toda la panela y a todo el tejido social que genera son las importaciones innecesarias de azúcar subsidiada del exterior, porque en Colombia sobran y se exportan 800.000 toneladas de azúcar y panela sobra alrededor de 300.000 toneladas; con esa azúcar importada nos hacen panela adulterada, adicionarle azúcar a la panela es como adicionarle agua a la leche, se estafa al consumidor y no nos olvidemos que la aguapanela es la leche del pueblo colombiano”, dice Cruz.

Los paneleros formales deben competir con la panela que se produce de manera informal, la que no tributa, y con la panela adulterada que proviene de los derretideros que trabajan con azúcar importada subsidiada, según Cruz.

“Este mercado es de libre oferta y demanda, es un mercado perfecto, en el momento que entra un agente externo lo distorsiona porque son 20.000 productores de minifundio que la producen y cuando entra la adulterada, que hoy por hoy es el 20 por ciento de la producción nacional, hace un daño enorme, distorsiona el mercado y tumba los precios a la mitad”, explica el gerente general del trapiche vallecaucano.

“La industria azucarera colombiana, los cultivadores de caña del valle geográfico del río Cauca y los paneleros formales estamos suficientemente preparados para enfrentar la competencia leal, lo que no podemos es con la desleal y con los subsidios que le dan a los productores extranjeros que nosotros no tenemos”, agrega.

Pero lo que terminaría por hundir a los productores sería un IVA para la panela.

“Sería muy grave, a varios congresistas y al mismo ministro Alberto Carrasquilla les hice ver lo que pasaría con una anécdota. Con la reforma tributaria del 2004, un diciembre la votaron e incluyeron el IVA en la panela, el gobierno de turno nos pidió mil excusas diciendo que había sido un error técnico y nos demoramos, como gremio panelero, del primero de enero del 2005 hasta el 30 de junio de ese año en hacer echar para atrás ese artículo, y en ese semestre, a los paneleros formales de Colombia se nos cayeron las ventas un 32 por ciento, casi nos quiebran”, cuenta Cruz.

El 90 por ciento de las exportaciones de panela colombiana sale desde el Valle, Bogotá, Risaralda y Santander. Y Estados Unidos, Corea del Sur, España, Reino Unido y Canadá son los que buscan un producto con alto valor agregado.

La Palestina que muele 10 toneladas de caña por hora, es decir, 240 toneladas diarias. Por ahora exporta mil toneladas de panela al año, pero la meta es crecer en ese mercado externo.