Ricardo Puentes Polanía, agente de tránsito en las calles de Neiva, Huila, fue cobijado con la medida de prisión domiciliaria por reincidir en el delito de concusión, ya que exigía 50.000 pesos a los conductores a cambio de no imponerles comparendos.

La historia de este funcionario de 59 años -adscrito a la Secretaría de Movilidad de Neiva- se remonta al 6 de junio pasado, cuando la Fiscalía le imputó cargos por concusión, debido a que años atrás le exigió a una mujer la suma de 50.000 pesos a cambio de no inmovilizar su motocicleta por, supuestamente, usar una placa falsificada.

En esa oportunidad, Puentes le retuvo la tarjeta de propiedad de la moto y el SOAT y conminó para que consiguiera el dinero que él exigía, pero la mujer acudió a las autoridades y denunció esa situación.

El Gaula trató de capturarlo en flagrancia cuando la mujer le entregara el dinero pero el agente no llegó al sitio que había pactado con ella. Pese a esto, la mujer recuperó los documentos de la moto y, con base en la denuncia, la Fiscalía le imputó cargos al funcionario. Sin embargo, el agente Puentes continuó ejerciendo funciones en las calles de la ciudad.

El pasado 8 de agosto, Ricardo Puentes fue sorprendido nuevamente exigiendo dinero a un conductor a cambio de no multarlo por estar supuestamente estacionado en una zona prohibida cercana al Terminal de Transportes de Neiva. El conductor alegó que su carro presentó fallas mecánicas y se vio obligado a dejarlo parado mientras buscaba una solución.

El ciudadano no le dio dinero alguno y de inmediato instauró las denuncias, por lo que la Fiscalía del Huila le imputó nuevos cargos al agente por el delito de concusión y un Juzgado le impuso medida de aseguramiento con el beneficio de casa por cárcel.

FABIO ARENAS

Para EL TIEMPO

NEIVA