Unicef hace un llamado al Gobierno Nacional tras revelar que 715 mil hogares en Ecuador pasarán a la pobreza multidimencional
3.1 millones de niñas, niños y adolescentes en Ecuador caerán en pobreza multidimensional al término del 2020, revela un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Según el informe, esto significa que sus hogares sufrirán una o más privaciones en educación, salud, alimentación, vivienda, trabajo y seguridad social por los efectos de la pandemia en el país. De ellos, seis de cada 10 vivirán en situación de pobreza extrema multidimensional; es decir, experimentarán más privaciones de estos derechos.
Se estima que alrededor de 715 mil hogares que pasarán a vivir en pobreza multidimensional. El incremento de este tipo de pobreza de 43,0% a 48,5% de personas en hogares con niños y el aumento de la pobreza multidimensional extrema, que pasa de 19,8% a 25,9%, son resultado de la reducción del empleo, la drástica disminución de los ingresos de los hogares, el aumento del trabajo infantil y la salida del sistema educativo. Todos estos factores no solo afectarán al bienestar de la población y al crecimiento económico del país, sino que inciden directamente en la capacidad de las familias de velar por el bienestar de sus niños y niñas.
Se prevé también que la crisis tenga un doble impacto. Además de la disminución de los ingresos de los hogares, se incrementará la desigualdad; es decir, la distancia entre ricos y pobres será más grande. Se estima que debido al covid-19 habrá 1.8 millones de personas más en situación de pobreza por ingresos y se reducirá la clase media en alrededor de 1.1 millones de personas.
La Unicef menciona que, si no se actúa ahora, la crisis podría representar una pérdida de 20 años en la lucha por la erradicación de la pobreza en Ecuador y de 30 años para el caso de los hogares con niñas, niños y adolescentes.
Ante esto, Unicef hace un llamado al Gobierno nacional, al sector privado, a la sociedad ecuatoriana y a la comunidad internacional a sumar esfuerzos y cooperar para:
- Encaminar una reactivación económica que busque el crecimiento inclusivo y equitativo, para mitigar y revertir los efectos de esta crisis.
- Buscar una trayectoria sostenible que combine administración fiscal, manejo de deuda y reforma tributaria progresiva para proteger e incrementar la inversión social, con énfasis en la niñez.
- Invertir en un sistema de protección social sensible a la niñez, cuyo eje de intervención sean las familias. Para ello, se deberá buscar el espacio fiscal necesario para fortalecer la asistencia social y reducir las brechas de acceso a servicios sociales esenciales, como base de una política social integrada para la niñez y adolescencia.
- Asegurar la educación de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, sobre todo de aquellos en situación de mayor vulnerabilidad, y colocando a la escuela como el centro de una estrategia de respuesta y recuperación para estos hogares.
Unicef estima necesaria una inversión del 2,4% del PIB ($2.599 millones),a través de la activación del sistema de protección social y sobre la base de una estrategia que proteja la inversión en paquetes de servicios esenciales y diferenciados de atención, según sus características.Esto permitirá que 715 mil familias con niñas, niños y adolescentes en pobreza multidimensional podrán mitigar el impacto del covid-19 en un primer momento.
“Es esencial que cualquier estrategia de respuesta y recuperación centre sus esfuerzos en invertir y proteger a los hogares con niñas, niños y adolescentes, que son los que mayor impacto están sufriendo y cuyas desventajas, incluso antes de la pandemia, eran tres veces mayores con respecto a los hogares sin niños”, afirma Joaquín González-Alemán, representante de Unicef Ecuador.