A Galerazamba volvió bonanza de las salinas
La obligada espera de unas 3.000 familias en Galerazamba, un corregimiento del municipio de Santa Catalina (Bolívar), parece haber llegado a su final ante el espectáculo multicolor que ofrecen las charcas en las que se ha vuelto a cultivar sal de mar de manera artesanal.
Tres años tuvieron que esperar para ver reactivado ese soporte del sustento diario, gracias a una iniciativa que ha sido respaldada por el gobernador Dumek Turbay y el Ministerio de Minas y Energía, a través de la Agencia Nacional Minera.
Ahora, con la primera cosecha que se aspira recoger dentro de pocos meses, se estima una producción superior a las 30.000 toneladas, que dejarán ganancias cercanas a los 700 millones de pesos, pues un alto porcentaje ya tiene mercado en Estados Unidos.
“Es la comunidad la que va a realizar la explotación, teniendo en cuenta que ellos son los que conocen la actividad, el proceso y el momento exacto cuando las salinas dan lo mejor de sí”, explicó el gobernador Turbay.
La comunidad también comienza a organizar la promoción turística, para dar a conocer la manera como se cultiva la sal marina de manera artesanal.
Cultivadores de la región indican que se hace mediante la excavación de piscinas no muy profundas en las que se deposita agua salada, y solo hay que esperar que los rayos del sol evaporen el líquido para empezar la recolección.
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