‘Pajareros’ asiáticos encontraron en Caldas su destino ideal
Centenares de turistas han pasado por las haciendas dedicadas al aviturismo en Caldas, todos en busca de nuevas especies para ver, escuchar o fotografiar. Este es el caso de seis taiwaneses que encontraron en una finca, a menos de 30 minutos de Manizales, un lugar que les brindó variedad de aves para ver sin tener que caminar por horas con sus pesados equipos al hombro.
Muy temprano empezaba su jornada, alistaban sus enormes lentes, trípodes, camuflados para protegerse de los mosquitos y la silla donde esperaron por horas la llegada de la mayor cantidad de aves posible.
“A este tipo de turistas no les interesa saber qué especie es ni su historia, solo quieren fotografiarla y ver nuevas todos los días. Les gusta mucho estar obturando, tanto que no usan binoculares, solo están atentos a correr para lograr la mejor toma”, indicó su guía Andrés Trujillo.
Este guía, que es ecólogo, afirmó que la finca Tinamú tiene lo que buscan quienes llegan a Colombia buscando descanso. “Es un lugar diseñado para ellos, que son de edades avanzadas y buscan comodidad. Prefieren los desplazamientos cortos y lugares a los que las aves lleguen sin buscarlas”.
Una de las actitudes más particulares de estos ‘pajareros’ es la emoción, cómo corren de un lado al otro con sus trípodes y cámaras, de por lo menos once kilogramos de peso, para lograr una foto que no tenga ninguno de sus compañeros.
“Espero llevarme todas las fotografías que pueda, pero creo que serán alrededor de 20.000 que representen cerca de 200 especies”, comentó Wu Chin Te, el único de los asiáticos que habla inglés.
Chin Te, reveló su sorpresa al llegar a Colombia y poder ver lo diferente que es con respecto a lo que se habla de ella. “En el pasado escuchábamos mucho de guerrillas, narcotráfico y que era peligroso, pero al ver en las noticias que hubo paz decidimos venir pues siempre supimos que para aves y fotografía Colombia es un paraíso”.
Y como el “edén” para los amantes de las aves lo cataloga Mauricio Londoño, el propietario de esta hacienda que es la que, por metro cuadrado, alberga más aves en la zona: 260 especies en 4.8 hectáreas.
“Como familia por más de 40 años se ha trabajado en la preservación de ella. Fue hasta 2005 que vi en el aviturismo la posibilidad de conservar la finca y además de potenciar uno de los sectores más llamativos que tiene ahora Caldas”, dijo.
Empresarios como Londoño esperan que el departamento se siga posicionando como un gran destino para avistar aves.
LAURA USMA CARDONA
PARA EL TIEMPO
