Restaurarán los viejos vitrales de la Catedral de Manizales
La Catedral de Manizales comienza este mes una nueva etapa de restauración. De la estructura serán desmontados 70 vitrales, los cuales contienen alrededor de 300 piezas.
Con este proceso se inicia la segunda fase del proyecto que busca el mejoramiento de este ícono de la ciudad, cuyas obras se adelantan desde el 2017. La Catedral fue declarada como monumento nacional en 1984 y es un bien perteneciente al Paisaje Cultural Cafetero.
El Ministerio de Cultura, como cuidador de este patrimonio, fue el encargado de la licitación del contrato de restauración que tiene un valor de 3.000 millones de pesos provenientes del Sistema General de Regalías para el departamento de Caldas y de aportes de benefactores.
“El paso del tiempo, los temblores y el viento han debilitado los vitrales. Por eso hicimos un estudio minucioso de cada uno y encontramos más de 1.500 fracturas, estaban a punto de caerse y ya era necesario intervenirlos”, expuso Gustavo Castañeda, secretario general de la junta cívica de la Catedral.
Castañeda añadió que el Consorcio colombiano MO Basílica 2019 será el encargado de llevar a cabo la reparación. “Este es un consorcio con amplio recorrido, son arquitectos restauradores certificados que han intervenido obras como el Convento de las Aguas, la Plaza de la Concordia y la Casa Fernández, en Bogotá”, señaló.
Cada uno de los 70 vitrales contienen alrededor de 300 piezas, por lo que serán –por lo menos– 4.000 pequeños cuadros de vidrio que, primero, serán desmontados de la estructura y, posteriormente, tendrán un proceso de limpiado, reparación e instalación en la Catedral de Manizales.
Se calcula que la restauración, que empezará la segunda semana de septiembre, durará dos años. Sin embargo, la Catedral –tanto eclesial como turísticamente– seguirá operando con normalidad, así lo aseguró el Arzobispo de Manizales, Gonzalo Restrepo.
“No habrá ningún problema porque los talleres serán dentro de la Catedral y en espacios que no afecten su operatividad”, dijo Restrepo.
Monseñor informó que también quedó definido que dentro del proceso de restauración se hará una escuela de vitralistas, de manera que “los reparadores formen a los artistas locales para que se encarguen de futuras reparaciones”.
En la más reciente visita del Ministerio de Cultura también se estableció una veeduría ciudadana que se encargará de hacer control no solo financiero sino técnico de estas reparaciones.
“La veeduría da la garantía de que se hará un trabajo con transparencia. Ya que este es un proceso que necesita no solo importantes recursos, sino mucha técnica de parte de los interventores, pues son piezas muy antiguas”, mencionó Lindon Chavarriaga, secretario de Cultura de Caldas.
Esta veeduría ciudadana, impulsada por la Contraloría General de la Nación, está conformada por la empresaria cultural Margarita María Gómez Uribe; la directora del Museo de Arte de Caldas, Elvira Escobar de Restrepo; el presidente del Comité Integremial de Caldas, Darío Gómez Jaramillo; y el exgobernador de Caldas, Julián Gutiérrez Botero.
Sobre la millonaria inversión, Chavarriaga mencionó que es una obra que estaba “en mora” y que era necesaria para “conservar la belleza de este símbolo caldense”.
Esta catedral, reconocida como la más alta de Colombia, tuvo su primera fase de intervención en 2017.En esa ocasión se enfocó en las fachadas neogóticas y en la reposición de cuatro estatuas ubicadas sobre las torres y la aguja central. La segunda fase es, precisamente, la restauración de los vitrales.
Tras estas dos etapas, los encargados de la restauración de la Catedral se concentrarán en los mantenimientos de los elementos de madera, como las puerta y el baldaquino dorado de 14 metros de altura que se ubica sobre el altar y que data de 1948.
LAURA USMA CARDONA
PARA EL TIEMPO
MANIZALES