Tras muerte de joven, su padre denuncia venta de cianuro a domicilio

El cianuro, químico que se usaba en la edad media para asesinar a monarcas y enemigos al inyectarlo en la comida, o como parte de los elementos nocivos de las cámaras de humo de los nazis para acabar con la vida de los judíos, ahora cobra vigencia en Colombia, luego de la muerte de Jorge Pizano, testigo clave en el caso de corrupción de Odebrecht, a causa del consumo de esa sustancia.

Valeria Castro tenía 24 años y era comunicadora social, pese a su poca experiencia había trabajado con instituciones públicas y privadas de relevancia regional en Santander. Ella murió la semana anterior luego de que, en medio de uno de los trastornos bipolares que presentaba, pidió cianuro a domicilio desde una venta de químicos en el centro de Bucaramanga y lo inhaló mientras lo preparaba en un vaso con agua para ingerirlo en su apartamento.



Luego del hecho, dos policías que llegaron al lugar también resultaron afectados por la inhalación del químico, así como la madre y un hermano de la joven que alcanzaron a olfatear en el ambiente el olor al cianuro. Aunque Valeria alcanzó a ser auxiliada, falleció luego de una parálisis cerebral y estar varios días en cuidados intensivos.

El padre de la joven, Nelson Castro, relató que su hija tenía poco conocimiento sobre el químico letal, por lo que, mientras estaba en Barranquilla pasando fin de año con su familia les preguntó acerca del asunto, «pero fuimos evasivos, después me comentan que cuando ella regresa aquí a Bucaramanga siguió indagando sobre eso y le dijeron que era un veneno. Al parecer ella en medio de su bipolaridad, cogió varios números, llamó, lo pidió a domicilio y se lo despacharon sin ninguna precaución», relata Castro.

El papá de la mujer continúa su relato diciendo que «cuando llega el domicilio, ella sube al apartamento, y prepara una cucharada en un vaso de agua, pero solamente tuvo con que lo aspirara y con eso le basto para ella morir, le causó de inmediato el paro cerebral».

Días después del origen de este luto que aún continúa en la familia de la joven comunicadora, su papá aún se pregunta cómo fue posible que los expendedores del cianuro le hicieran llegar de forma tan sencilla el producto a su apartamento, pues para él «es inconcebible que cualquier persona llame y pida el cianuro a una distribuidora sin ninguna precaución, un delincuente puede llegar a una bocatoma de agua de un acueducto y extorsionar bajo la amenaza de poner cianuro en esta, se convirtió en una bomba de tiempo para la seguridad de mucha gente».

Con la impotencia de no poder recuperar a su hija, Nelson Castro pide además que se preste atención a los índices de suicidios que se presentan en el país, ya que, según afirma «es impresionante la cantidad de gente que acaba con su vida en Colombia, es importante que todos estemos alertas cuando alguno de nuestros allegados presente indicios de suicidio. Desafortunadamente tuve que perder a mi hija de esta manera tan trágica, pero estoy advirtiendo a la gente de que esto es una situación grave que debe ser revisada».

CRISTIAN BELTRÁN

Para EL TIEMPO

BUCARAMANGA