Por Econ. Christian Idrovo W.

Está por terminar el estado de excepción. Han transcurrido casi 6 meses desde el inicio de una eterna cuarentena para el Ecuador, una cuarentena que parecía que consolidaba la solidaridad a todo nivel y que primaría el mensaje de “juntos podemos salir de esta pandemia”.

Este virus que nos convulsionó desde la raíz, no solo por la enfermedad sino en el aspecto sociedad. Luego de tanto tiempo hemos entendido de que con autocontrol, disciplina y decisión podemos manejarlo, o como dicen algunos: ‘aprender a vivir con él’.

Sin embargo, en esta nueva realidad parece que poco ha servido. El Gobierno y los gobiernos seccionales entran en un enfrentamiento virtual de supremacía de razones, de asignaciones y cuando parece que se establece una real competencia de acciones, todos ‘se lavan las manos’.

El Ejecutivo indica que ha extendido las asignaciones (bonos), canastas alimenticias para los que más necesitan; y por otro lado los gobiernos seccionales también hacen más espacios de salud para precautelar eventualidades, parecería que coinciden.

La pregunta de cajón es ¿quién da más? ¿Por qué no piensan en conjunto? Los COE no están sincronizados con el mismo ‘modus operandi’. El resultado final será que miles de empresas y negocios continúen cerrando, la tasa de desempleo suba dos dígitos, se asiente la pobreza; es decir, un deterioro social de gran escala en el país.

La salud y el desarrollo pueden ir de la mano con una buena planificación, pero no siendo eruditos de lo que no entienden, ni adivinos de lo que creen suponer. No se puede extrapolar realidades de países ni regiones. Olvídense de las ideologías, que ya todos lo tenemos claro. Así como la naturaleza es sabía, creo que todo deberá caer por su propio peso. Aplicar ideas consensuadas. La única forma de que la economía se dinamice es con todos los sectores produciendo.

Ayuden, apoyen no solo entregando lo material, ni kits alimenticios, sino brindando la esperanza de crecimiento familiar a través de empleos.

Christian Idrovo W. posee un M.B.A., es consultor financiero y analista económico.