Emprender en un escenario económico adverso pospandemia

Por Econ. Christian Idrovo W.


Ecuador se convirtió en un país convulsionado por los escándalos de corrupción a un nivel que llegó a su pico en la pandemia. Sus cifras macroeconómicas 2020 nos indican un panorama nada alentador: el decrecimiento de la economía medido a través del PIB (producto interno bruno) del 10%; una tasa de desempleo que oscila entre el 8 – 9%; y un incremento del nivel de endeudamiento externo a través de los multilaterales de crédito, muy necesarios para inyectar a la economía. Lamentablemente, no hemos aprendido la lección que nos dice desde la cuna: ‘hay que arroparse hasta donde nos dé la sábana’, no hubo disciplina fiscal.

En el marco de este escenario, la necesidad ha empujado a un crecimiento exponencial de emprendedores a todo nivel. Sin embargo, se debe contar con la orientación profesional adecuada y tener en consideración los siguientes aspectos:

1) Los emprendedores de negocios deben tener la óptica clara de que ya no serán como los conocíamos. El covid-19 ocasionó un cambio radical en el comportamiento del consumidor y en el modelo de negocios que manejan las compañías. El consumidor se ha adaptado a nuevos hábitos de consumo digital y en este mercado que crece exponencialmente se requerirán mayores beneficios, tomando en cuenta que existe competencia por encima de los niveles de demanda.

2) Antes de la pandemia teníamos un perfil de clientes con lineamientos claros en su estructura de capacidad de compra. En estos momentos los golpes que han sufrido las economías domésticas deben reevaluarse y ajustarse a fidelizarlo nuevamente.

3) Elaborar un plan de negocios que permita tener una hoja de ruta financiera con una bitácora en la que se establezca la optimización de costos y la maximización de la rentabilidad para saber cuándo, cómo y de qué manera crecer.

4) La estrategia digital debe ser aprovechada al máximo para convertirse en aliada de sus clientes, generando un acercamiento personalizado que se perciba.

5) Deben evaluarse la economía y su comportamiento a fin de identificar las nuevas necesidades e innovar periódicamente o establecer alianzas estratégicas. No pensar diariamente en la negatividad del entorno y utilizar la racionalidad para identificar las oportunidades donde se reflejen amenazas.

Parte de ser emprendedor es el riesgo, pero la ‘nueva normalidad’ obliga aún más a minimizar la afectación y esto se puede lograr con la orientación adecuada de profesionales con la experiencia en el campo, no únicamente teórico, sino real de lo que significa el emprendimiento. (O)

Christian Idrovo W. posee un M.B.A., es consultor financiero y analista económico.