La comunidad médica y pacientes que se beneficiaron de su legado en la Asociación Probienestar de la Familia Ecuatoriana (Aprofe) se mostraron conmovidos ayer ante el fallecimiento de Paolo Marangoni, ciudadano italiano de 95 años que se “ecuatorianizó” por el amor que le tuvo a este país y que se vio reflejado en su legado en diversos ámbitos, sobre todo el de la salud.

Marangoni nació en Trieste, Italia, el 11 de septiembre de 1924. Se graduó como médico cirujano en la Universidad de Pavia, en su país natal, informó Aprofe en un comunicado.

Su llegada al Ecuador ocurrió cuando su papá trasladó parte de la fábrica de pinturas a Guayaquil, después de la Segunda Guerra Mundial. Luego del fallecimiento de su padre, Paolo Marangoni se hizo cargo de la compañía convirtiéndola en Sherwin Williams-Ecuador.

Se casó con Rosita Bertini, con quien tuvo dos hijos, Alejandro y Larissa, quien actualmente es la directora ejecutiva de Aprofe, entidad que tiene más de diez centros en Quito, Cuenca y Guayaquil y diez más en otras ciudades.

A finales de los años 50 se interesó por los efectos del crecimiento poblacional mundial y empezó a dictar charlas y contactar a expertos internacionales relacionados con el área de la planificación familiar. Y en 1965 fundó Aprofe, centro para servir a la familia ecuatoriana.

Marangoni siempre recalcó que hubo la necesidad de crear Aprofe porque la mujer buscaba conquistar su posición dentro de la sociedad ya que representa un enorme aporte en todos los sentidos.

A lo largo de su vida recibió reconocimientos por su labor, uno de ellos fue el título Magister Honoris de la Universidad Casa Grande por sus acciones en la sociedad.

Fuente: El Universo