La nueva tragedia del sobreviviente de mortal accidente aéreo en Cauca
Los parpadeos y algunas reacciones son la esperanza a la que se aferran los familiares de Jairo Elías Pineda Zapata, uno de los dos sobrevivientes del accidente del pasado 15 de septiembre, cuando una avioneta afiliada a la empresa Transpacífico salía del aeropuerto Guillermo León Valencia, en Popayán, y se accidentó. Esa mañana de domingo murieron siete personas.
Jairo Elías fue llevado de urgencias al hospital San José, de la capital caucana, pero fue sometido a un coma inducido y ha sido necesario ponerle soporte ventilatorio debido a un cuadro craneoencefálico severo. Presentó, además, trauma cerrado de tórax y contusión pulmonar.
“Mi hijo tuvo cirugías en el maxilar inferior derecho, en el frontal derecho, debajo de la órbita del ojo derecho y debajo del mentón. Sin embargo, lo más difícil fue la contusión cerebral que le ocasionó una hemorragia subaracnoidea que le invadió el cerebro de sangre y la lesión axonal difusa que días después, cuando el enema se dejó ver, pues ya estaban las lesiones cerebrales que se conocen en el código internacional de enfermedades como Daño Axonal Difuso (DAD)”, dice su padre, Jairo Elías Pineda Bedoya, docente en sistema general de seguridad social.
El DAD se debe a extensas lesiones en la materia blanca, y es una de las principales causas de pérdidas de consciencia y estado vegetativo tras traumatismos cerebrales.
“Esto afecta la escucha, el poder conversar, el poder interpretar, el poder analizar y mi hijo se desconectó de esos axones y están como locas, es como cuando uno golpea una mesa de billar pool y todas las bolas quedan dispersas hasta que uno vuelve a colocar el triángulo”, explica el padre.
Esto afecta la escucha, el poder conversar, el poder interpretar, el poder analizar y mi hijo se desconectó de esos axones y están como locas
Inmediatamente ocurrido el accidente, el joven fue llevado al Hospital San José de Popayán, y luego trasladado a la clínica Imbanaco, en Cali, donde permaneció inconsciente hasta su salida.
“Al ya desconectarlo de los equipos y enviarlo a la casa, él ya queda como un paciente inconsciente neurológicamente”.
Permaneció con un equipo “médico en casa”, pero al agotarse la medicación y no tener las condiciones necesarias para su mínima atención, tuvieron que llevarlo nuevamente a un hospital, esta vez al de San José de Buga.
“Como no había quién respondiera, nos tocó llevarlo porque esos medicamentos no los podíamos comprar nosotros, porque los venden es con fórmula médica y como la Administradora de Riesgos no autorizaba, obviamente tuvimos que llevarlo nosotros. Mi hijo necesita una droga que se llama clonidina, otra que se llama keppra y sonda de succión para alimentación, y todo eso se fue consiguiendo con las gestiones”.
Tal situación, hizo que la abuela del joven entrara en una depresión que le provocó un accidente cerebrovascular y falleció hace pocos días. “Mi mamá tenía 74 años y era una persona completamente lúcida, caminaba, pero esto que pasó la deprimió mucho y nada pudimos hacer por ella”, dijo el progenitor del joven.
Jairo Elías Pineda, sobreviviente del accidente aéreo.
Archivo particular
La atención para Jairo Elías ha mejorado en medio de la angustia y el dolor. “La alimentación ha sido entrega en su totalidad; las cremas en el cuidado de la piel, pues se producen laceraciones por su postración, ya fueron aprobadas en su totalidad; el médico en casa, que solo había venido una vez, ya fue autorizado para que viniera dos veces por semana; el nutricionista también fue autorizado una vez a la semana; ya tuvo la primera cita con neurología; el anticonvulsionante keppra ya fue autorizado”, dijo.
Ahora, el joven se encuentra nuevamente en casa y su hermano, licenciado en acondicionamiento físico, le ayuda en las terapias físicas y respiratorias.
“Queremos que mi hijo se recupere. Quienes lo conocieron siempre lo recuerdan como una persona de una gran brillantez mental, y queremos que recupere eso, al menos en un porcentaje significativo”, finalizó.
Lo ocurrido
Jairo Elías Pineda Zapata es politólogo de la Universidad del Cauca (Unicauca) con Especialización en Gobierno y Política Pública, oriundo de Buga (Valle), desde hace cinco años aproximadamente laboraba en la Gobernación del Cauca como contratista.
“Primero estuvo con el despacho del Gobernador, luego pasó a la Secretaría de Gobierno y finalmente pasó a la Secretaría de la Mujer”.
La aeronave que se accidentó se dirigía hacia el municipio de López de Micay, ubicado a 400 kilómetros de la capital del Cauca, pero se precipitó a tierra a los pocos minutos de despegar y terminó en una residencia del barrio Junín, occidente de la ciudad.
Los fallecidos fueron identificados como Andrés Felipe López Álvarez, piloto de la aeronave; el copiloto Henry Gómez; Luis Zuñiga y Sandra Córdoba, funcionarios de la Gobernación del Cauca; Ilis Riascos; Norman Riascos y Luz Riascos.
En el mes de octubre, Jimmy Muñoz Solarte, de 34 años de edad, otro de los sobrevivientes de la tragedia, fue dado de alta en el Hospital Universitario San José.
Muñoz Solarte, quien también trabaja en la Gobernación, permaneció hospitalizado desde el pasado 19 de septiembre y presentó contusiones pulmonares múltiples, afección cardíaca, fractura del esternón y trauma cerrado de tórax.
Michel Francoise Romoreloux
PARA EL TIEMPO
POPAYÁN.