Estudiantes de cuatro colegios de Pereira serán reubicados
Cerca de 2 mil estudiantes, de cuatro colegios oficiales de Pereira, serán reubicados en otras aulas de clases, dentro del mismo colegio y en otros planteles educativos, porque las edificaciones presentan graves daños estructurales.
Los colegios son el Gimnasio Risaralda, Rafael Uribe (sede La Victoria), Pablo Emilio Cardona y Carlota Sánchez, sede tres. Las cuatro instituciones no podrían resistir un sismo de gran magnitud, como el que afectó a Armenia hace exactamente 20 años.
Así lo informaron ayer el alcalde de Pereira, Juan Pablo Gallo, y el secretario de Educación municipal, Daniel Perdomo, quienes mostraron los resultados de estudios de vulnerabilidad (patología estructural) con prioridad de intervención, realizado en los 177 establecimientos educativos públicos de la capital de Risaralda.
El análisis arrojó que 11 colegios tienen fallas estructurales, pero los casos más complicados son los de los cuatro mencionados.
A pesar de la situación, Gallo y Perdomo aseguraron que los estudiantes podrán realizar su año lectivo sin ningún inconveniente.
Sin embargo, padres de familia se quejaron porque les avisaron de la situación la semana pasada y ellos ya les habían comprado los uniformes a sus hijos. El alcalde explicó que recibieron resultados preliminares de los estudios la semana pasada y por eso no pudieron informarles a los padres de la decisión de reubicar a sus hijos con antelación. Gallo recalcó que el objetivo es salvaguardar la integridad de los estudiantes.
En el caso del Gimnasio Risaralda, Gallo aseguró que este no desaparecerá, que los alumnos de este año serán reubicados y que su administración dejará listos los estudios y diseños de una nueva infraestructura física para que el próximo alcalde de Pereira construya el colegio. “Yo no alcanzo a construirlo en estos 11 meses (que le quedan de mandato)”, precisó el alcalde.
Luis Fernando Echeverri, rector del Gimnasio Risaralda, afirmó que la totalidad de los 330 estudiantes del colegio serán relocalizados en otras instituciones y que confía en la palabra del alcalde Gallo de que el colegio no desaparecerá. El directivo comentó que el colegio ya había dado “señales” del mal estado de su estructura. “En el colegio tuvimos problemas con techos en varias ocasiones”, dijo.
La patología realizada en el Gimnasio Risaralda arrojó que los materiales con los que este fue construido no tienen la capacidad de resistencia necesaria para el peso que recibe. Las actuales normas de sismorresistencia exigen 3.500 PSI (sigla en inglés que traduce la Resistencia del concreto a la compresión en libras-fuerza sobre pulgada cuadrada) y el del Gimnasio Risaralda es de menos de 1.500 PSI.
‘No tiene columnas y vigas’
Pero el caso de la sede La Victoria, del colegio Rafael Uribe Uribe, es más alarmante. Esta pequeña escuela, construida en la década de los 70’s, no tiene columnas y vigas de amarre. Fue levantada con ladrillos y así ha funcionado hasta ahora. Además, el plantel educativo está ubicado cerca del tramo del colector Egoyá, la canalización subterránea de la quebrada del mismo nombre, construida en las décadas de los 20’s y 30’s, y que actualmente es remplazada por un moderno alcantarillado en su tramo más afectado.
Los estudiantes de La Victoria serán reubicados en las otras dos sedes, la principal y la sede Primero de Mayo, del colegio Rafael Uribe Uribe. La escuela será demolida y en el lote, el alcalde Gallo cree que puede quedar muy bien un parque.
En los otros dos colegios la reubicación de los alumnos será interna. En la Carlota Sánchez, de la carrera cuarta con calle 20, el área afectada es el edificio declarado de patrimonio arquitectónico, donde hace unos años estuvo la Universidad Católica de Pereira. Los salones que allí funcionan serán desocupados y los estudiantes pasarán a otras zonas de la institución en las sedes 1 y 2.
En el colegio Pablo Emilio Cardona, construido a mediados del siglo pasado, 245 de sus 923 estudiantes deben ser reubicados. El rector, Jaime Darío de La Roche, afirmó que desde 1998 ha informado a la administración municipal de las fallas estructurales del colegio, en especial de las del costado de la carrera 7a., “donde el barranco se desmorona cuando pasa un carro y está ‘ad portas’ de desprenderse y taponar la vía”.
En ese colegio, los estudiantes serán reubicados en siete espacios y rotarán de salones.