Inauguran centro para la Cuarta Revolución Industrial del continente

Como la materialización de un sueño, así calificó Alejandro Franco, director ejecutivo de Ruta N, la inauguración del centro de la Cuarta Revolución Industrial en Medellín que estará en este complejo y que será el único de América Latina y uno de los cinco en el mundo que tiene el Foro Económico Mundial.

El evento contó con la presencia del Presidente de la República, Iván Duque Márquez, quien fue el encargado de darle la apertura oficial.

«En el mundo en el que vivimos hay que pensar globalmente y actuar localmente», parafraseó el primer mandatario del país. Y agregó: «si no revolucionamos nuestros mercados laborales y nuestro sistema educativo no seremos ganadores en esta cuarta revolución. Y eso es lo que buscamos con este nuevo centro, dar herramientas para que el talento y los emprendimientos progresen».

Si no revolucionamos nuestros mercados laborales y nuestro sistema educativo no seremos ganadores en esta cuarta revolución

El alcalde Medellín, Federico Gutiérrez, resaltó que la ciudad invierte el 2,2 por ciento de su Producto Interno Bruto en actividades de Ciencia, tecnología e innovación, que equivale a 1,4 billones de pesos anuales.

«A partir de hoy, Medellín hace parte de ese grupo de ciudades que busca aprovechar las oportunidades que trae la industria 4.0», dijo el mandatario.

Por su parte, Marisol Arrieta, directora Senior Jefa para Latinoamérica del Foro Económico Mundial dijo: «No estamos celebrando un evento simbólico sino que estamos marcando una nueva fase para el desarrollo del país (…) este centro busca maximizar los beneficios y minimizar los riesgos de las nuevas tecnologías y que beneficien a todas las personas», manifestó la vocera del Foro Económico Mundial.

Arrieta añadió que más de 100 socios que componen la red del Foro Económico Mundial replicarán los avances que se hagan en este centro para la Cuarta Revolución y de igual forma, las Startups que llegarán al país compartirán sus avances en este espacio.

En cuánto a cuáles serán las funciones del centro, Alejandro Franco, director de Ruta N, explicó que la labor principal será analizar qué está pasando con las nuevas tecnologías y trabajar en cómo armonizar su implementación y sobre todo su apropiación temprana en el empresariado, la academia y la sociedad.

«Para eso es necesario un marco regulatorio y de políticas públicas y es precisamente lo que vamos a hacer acá, traducir todos estos avances tecnológicos no solo a la ciudad sino a América latina», dijo Franco.

El directivo agregó que en este espacio estarán aproximadamente 15 personas que trabajarán en tres tecnologías específicas: inteligencia artificial, blockchain e Internet de las cosas, para ayudar a su apropiación y uso para resolver necesidades de ciudad.

«Hay un ejemplo muy poderoso en África de esto: en Ruanda, un país con mucha zona rural, desarrollaron el uso de drones para transportar medicamentos a los enfermos en lugares a los que era complejo llegar. En torno a eso legislaron y crearon un marco regulatorio para esta solución», contó el director de Ruta N.

En Medellín, se busca llegar al concepto de ‘ciudades inteligentes’ para, a partir de los datos, mejorar y coordinar la movilidad optimizando las rutas y la red de semáforos.

La capital de Antioquia ya viene dando pasos en ese sentido. Franco explicó que en la Universidad Salazar y Herrera funciona un brazalete con Internet de las cosas para madres gestantes capaz de avisar en tiempo real cualquier cambio en las pulsaciones de la mujer y así poder hacer atenciones preventivas.

Cuarta revolución industrial

«La cuarta revolución industrial no será el resultado de una sola tecnología disruptiva, sino de las interrelaciones y la combinación de dichas tecnologías utilizadas para hacer cosas».

Foto:

Ilustración: Juan Soriano


De igual forma está el Servicio de Alertas Tempranas (Siata) que permite ver en tiempo real, desde cualquier tipo de dispositivo, el estado de la calidad del aire en el Valle de Aburrá.

La importancia de este espacio, añadió, es que empresas, emprendedores, y centros de investigación del mundo llegarán a la ciudad para probar sus avances tecnológicos, habilitados por un marco normativo de vanguardia que les permita hacer sus prototipos en un ambiente medible, urbano y real.

Cabe mencionar que la primera revolución industrial fue la llegada de la máquina de vapor, la segunda fue la implementación de la electricidad y la tercera es considerada la llegada del Internet.

Los retos

Tanto expertos como funcionarios coincidieron en que el papel de la Academia será fundamental para que haya sinergia entre este centro para la Cuarta Revolución y la ciudad, que tiene entre sus objetivos generar empleos de calidad y pertinencia.

De acuerdo con datos de Ruta N, en los próximos tres años se abrirán por lo menos 20.000 vacantes asociadas a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

Cifras del Dane indican que en Medellín hubo 243.000 en 2018 desempleados, para una tasa del 11,7 por ciento. De igual forma, la tasa de desempleo juvenil pasó de 18,2% a 19,6% entre 2017 y 2018 mientras que los ‘ninis’ (de 14 a 28 años que ni estudian ni trabajan) pasó de 17,3 a 18,4 por ciento en ese mismo lapso de tiempo.

María Fernanda Galeano, secretaria de Desarrollo Económico, indicó que el reto es concentrarse en la educación con pertinencia y enfocarse en las competencias que trae la cuarta revolución industrial.

«Los programas del Plan de Desarrollo como Formando Talento o los Cedezos se irán alineando para ir de la mano con lo que están requiriendo las nuevas tecnologías», expresó la secretaria.

Para Maria Paulina Aguinaga, concejal de Medellín, hay una enorme brecha social que debe irse cerrando para que este centro impacte a toda la ciudad.

«Falta más articulación entre la academia, el sector privado y Ruta N para que los jóvenes de los estratos más bajos puedan ser protagonistas de esta revolución industrial. La administración ha hecho un gran esfuerzo en becas tecnológicas pero se deben enfocar esfuerzos en disminuir la deserción. No puede ser que por semestre, el promedio de deserción sea del 40 por ciento «, aseveró Aguinaga.


David Alejandro Mercado

Corresponsal de EL TIEMPO

@AlejoMercado10