En el Concejo cuestionan obras de megacable de Pereira

Los pereiranos se quedaron sin ver el cable aéreo durante el mandato de Juan Pablo Gallo, que finaliza en diciembre.

Esta es una de las obras que la administración municipal no entregará al término del cuatrienio. Ahora, la población espera que se cumpla la fecha de entrega de la obra fijada para abril o mayo del próximo año, pero el presupuesto -que estaba en 130 mil millones de pesos- tuvo un incremento de 10 mil millones, es decir, valdrá 140 mil millones.

La megaobra que contempla ser un servicio de transporte complementario al sistema masivo Megabús, cubrirá 3,4 kilómetros de recorrido.

En un primer momento se tuvieron en cuenta siete posibles opciones de ruta de mapa para construir el cable, así que la alternativa seleccionada fue Villa Santana, pasando por la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), la Terminal de transportes y finalizando en el Parque Olaya Herrera, es decir, cuatro estaciones. El sistema se planeó con capacidad para 10 pasajeros, ocho sentados y dos de pie, movilizando a 1.400 personas cada hora.

Se promoverá la construcción de líneas de cable aéreo en Pereira interconectadas con el sistema de transporte público actual, el Megabús. En los últimos ocho años, este último sistema ha dejado de trasladar a cerca de 115 mil pasajeros, por la ausencia de medios de transportes alternativos.

Este proyecto tiene una inversión cercana a los 120.000 millones de pesos, como aparece en el sistema de contratación pública del país y va convirtiéndose en una realidad paulatina.

Las concejalas Adriana González, por el partido Polo Democrático, y Carolina Giraldo, de Alianza Verde, dijeron que en dicha obra hay diversos traspiés que no permiten finalizar en los tiempos establecidos.

González fue tajante: “Pereira no amerita un cable. Realmente acá no se están salvando alturas y topográficamente no es apta para este proyecto. No hay integración del sistema. Además, hay deserción laboral porque no se está pagando a los obreros en el momento indicado”.

Mencionó criterios que se deben considerar para la construcción de este proyecto, como accesibilidad, población beneficiada, área de cobertura, modificación de los tiempos de viaje. “Una de las opciones que estaba dentro de las siete contempladas era Tokio – UTP- Parque Olaya. Está en 5,76 por ciento de calificación, es decir, hay otras por encima como esta que la alternativa adoptada», sostuvo González.

También se refirió al tipo de transporte, por ejemplo, buseta versus el cable; la longitud en kilómetros vía terrestre es 4,3 y la del cable es 3,4. Además, la velocidad máxima es de 18 kilómetros por hora. “Esto lo hace un transporte muy lento”, indicó González.

El transporte en buseta es de 19 kilómetros por hora y en cable, 18 kilómetros. A su vez, el tiempo de viaje en cable es de 11,4 y en bus sería 13,6. “Es decir, toca mejorar vías, invertir en el transporte público que no alcanza a cubrir gran parte de la ciudad y el cual no hubiera costado más de 60 mil o 70 mil millones de pesos”.

“A la Alcaldía se le metió el capricho en la cabeza que valía la pena un cable en una ciudad que no hay que salvar alturas”, reiteró González.

En la estación de la Terminal de Transportes se “proyectó una pendiente superior al 45 por ciento, cuando las pendientes no son superiores al 60 por ciento no se deben construir porque se sobreentiende que hay nacimientos de agua”, explicó la concejal.

La concejal Giraldo dijo, por su parte, que hay retrasos en cuanto a fechas y horarios de lo que se llama vaciado del concreto. No obstante, se levantaron muros de contención y se han venido probando las pilonas o columnas de la infraestructura para verificar si resisten el peso. Es necesario esperar 45 días.

A Giraldo le preocupan el medio ambiente, lo financiero y el impacto social. En términos ambientales, resaltó la firma de un pacto ambiental para salvaguardar el sector La Dulcera, el nacimiento de agua.

En lo financiero dijo: “Hay que hacerle seguimiento al contrato y saber cómo será la operación. Sabemos que no va a ser un proyecto autosostebible, que va a necesitar subsidiarse, en donde términos del municipio, costará a lo que equivale la inversión en una secretaría al año. Nosotros no somos ricos, no nos podemos comparar con ciudades como Bogotá y Medellín”, dijo Giraldo.

Con respecto al contrato: “No queremos que pase un Hidroituango o lo del puente de Chirajara acá en Pereira”, no hay diseños finales y el presupuesto final.

Sobre el impacto social, Giraldo expresó que no hay indicadores que midan cómo será la intervención del cable en el sector de Villa Santana, por ser una zona vulnerable. Aseguró que no hay un plan para medir cuál a va ser dicho impacto en esta población. “Yo pensaría que la Alcaldía debe pensar en becas, para que jóvenes puedan estudiar en la UTP, teniendo un medio de transporte hasta su universidad”.

Las concejalas han presentado derechos de petición en el que se precise el contrato, costos de la obra para hacerles control político y de esta manera, el cable sea una realidad.

Juan Guillermo Ángel, gerente Cable Aéreo, ratificó que la megaobra se entregaría entre abril y mayo de 2020. Manifestó que hubo necesidad de reforzar el pilón o columna número 18, que está ubicada en la Terminal de Transportes. La obra marcha en un 80 por ciento y hasta ahora se han vaciado 7.426,5 metros cúbicos de concreto. “Se ha superado el proceso de vaciado, muros de contención sobre los últimos meses”, además estima que puede subir el costo en 3 ó 5 por ciento.

En cuanto al pago no oportuno de los trabajadores, Ángel reconoció que 11 trabajadores no lo recibieron a tiempo de parte de un contratista.

El secretario de Infraestructura de la ciudad, Milton Hurtado, dijo al Concejo que “el presupuesto del cable, lo va a dar el liquidador del mismo. Hay variaciones como diseños, infraestructura, el clima, entre otros”, por esto, se ha contratado el doble de personal para agilizar la entrega”.

La Alcaldía y el gerente del proyecto megacable recalcaron que no habrá impuestos para superar los sobrecostos.

NATALIA CHAVERRÍA

Para EL TIEMPO

PEREIRA