Trump podría dejar campaña presidencial, tras dar positivo a covid-19
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró anoche que él y la primera dama, Melania Trump, dieron positivo a la prueba de coronavirus, un anuncio impactante cuando falta apenas un mes para las elecciones presidenciales y que hunde al país aún más en la incertidumbre.
Trump, quien pasó gran parte del año restando importancia a la amenaza del virus que ha matado ya a más de 205.000 personas en todo el país, dijo que él y la señora Trump se pusieron de inmediato en cuarentena.
El médico de la Casa Blanca dijo esperar que el presidente continúe realizando sus deberes “sin interrupción” mientras se recupera.
Aun así, es seguro que el diagnóstico de Trump tendrá un efecto desestabilizador en Washington y en todo el mundo, planteando preguntas acerca de hasta qué punto el virus se propagó a través de los niveles más altos del gobierno de Estados Unidos.
Horas antes de que Trump anunciara que había contraído el virus, la Casa Blanca dijo que una importante asistente que había viajado con él durante la semana había dado positivo.
“Esta noche, @FLOTUS y yo dimos positivo por COVID-19. Comenzaremos nuestro proceso de cuarentena y recuperación inmediatamente. ¡Saldremos de esta JUNTOS!”, tuiteó Trump la noche de ayer.
El vicepresidente Mike Pence dio negativo en la prueba del virus hoy por la mañana y “se mantiene en buen estado de salud”, dijo su portavoz.
Trump fue visto por última vez por los reporteros regresando a la Casa Blanca el ayer por la noche y parecía gozar de buena salud. El mandatario tiene 74 años, lo que lo pone en un mayor riesgo de sufrir complicaciones graves por un virus que ha infectado a más de 7 millones de personas en todo el país.
En un reporte, el médico del mandatario dijo que tanto Trump como su esposa, quien tiene 50 años, “están bien en este momento” y que “tienen previsto quedarse en su casa dentro de la Casa Blanca durante su convalecencia”.
El diagnóstico, cuando faltan unas semanas para los comicios del 3 de noviembre, significa un revés importante para un presidente que ha tratado desesperadamente de convencer a la población estadounidense de que lo peor de la pandemia ha pasado. Adicionalmente, se presenta como la amenaza a la salud pública más grave jamás enfrentada por un dirigente estadounidense en activo en la historia reciente.
En el mejor de los casos, si Trump no desarrolla ningún síntoma —como fiebre, tos y problemas respiratorios—, es probable que le obligue a abandonar la campaña electoral, lo que pondría en duda su participación en el segundo debate presidencial, previsto para el 15 de octubre en Miami.