Juez negó acción de protección en contra del Ministerio de Salud y Arcsa para permitir el uso del dióxido de cloro
El Ministerio de Salud Pública (MSP) informó que un juez rechazó la acción de protección en contra de esta secretaría de Estado y de la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), presentada por grupos de ciudadanos que exigían que el dióxido de cloro, denominado por ellos “Fórmula magistral”, sea permitido como parte del tratamiento para covid-19.
En el tribunal, la defensa técnica del MSP demostró que la acción no cumplía con los requisitos establecidos en el artículo 40 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. Mientras que María Belén Mena, doctora en Salud Pública, explicó acerca de la distribución, uso y comercialización sobre esta sustancia química.
Mediante un comunicado, el MSP señaló que constantemente actualiza la información y emite alertas oportunas respecto al consumo de dióxido de cloro, el cual no cuenta con estudios científicos que avalen la efectividad de su uso para la cura del covid-19 y que al contrario causa reacciones adversas y perjudica la salud de los ciudadanos. Como parte de estas alertas se registran 28 casos de intoxicación por dióxido de cloro, dos de ellos fallecieron.
Asimismo, informa sobre las posibles acciones y sanciones que puedan tener los profesionales de la salud que prescriban o recomienden a sus pacientes el uso de dicha sustancia química, que además no cuenta con el registro sanitario correspondiente.
Desde junio a la fecha, la Arcsa realizó controles a aproximadamente 1620 establecimientos a escala nacional, entre ellos, farmacias, distribuidoras farmacéuticas, comercializadoras de productos higiénicos y locales de venta de productos naturales de uso medicinal, donde se decomisaron alrededor de 315 productos de dióxido de cloro que se vendían.
La entidad tampoco ha recibido solicitudes para aprobar productos relacionados con el dióxido de cloro como posible tratamiento para covid-19. Mientras que, a escala mundial, ninguna agencia de regulación sanitaria avala el consumo humano de productos con esta sustancia.