‘La Fortaleza’: de la zona sur del Estadio al séptimo arte
El documental, dirigido por Andrés Felipe Torres Montaguth, retrata la realidad de los hinchas del Atlético Bucaramanga en el parche ‘La Mulera’ de la Fortaleza Leoparda Sur y la travesía al viajar durante días en tracto mula para alentar a su equipo del alma.
En medio de una sociedad llena de estereotipos reforzados por la televisión colombiana, Andrés Torres decidió indagar sobre el estilo de vida de estos jóvenes que dedican y arriesgan su vida al escudo de un equipo de fútbol.
El viaje por las carreteras del país lo emprenden Jorge Jácome, Julián Cepeda y Carlos Cordero, tres adolescentes que se enfrentan a la violencia, la policía y a hinchas de otros equipos con el fin de alentar al ‘Leopardo‘ en su momento crítico de regresar a la primera división del fútbol profesional colombiano después de ocho años en la segunda división.
Luego de ser selección oficial en el Festival Internacional de Cine de Cartagena en su edición 59; Sheffield DocFest 2019, Inglaterra; Festival Internacional de Cine de Valdivia 2019, Chile; y en La Muestra Internacional Documental de Bogotá, ‘La Fortaleza’, una producción de Índigo Cine, coproducida por Señal Colombia y con el apoyo de Proimágenes Colombia, llega a las salas de cine de Bucaramanga y posteriormente de todo el país.
Lo que en un principio comenzó como la investigación para una película de ficción, se convirtió en el indicio de un documental que muestra la realidad de una tribu urbana tan común en Bucaramanga.
El director habló sobre su película que ayer tuvo un espacio en el Festival Internacional de Cine de Santander (FICS), que con éxito culmina mañana en Bucaramanga.
Luego de un viaje en mula con Jorge, Julián y Carlos ¿Cómo es la relación entre usted como director y ellos como personajes del documental?
No es una relación explotadora en la que saco la historia y me vanaglorio. Al contrario, son personas a las que entiendo y reconozco. Fue cuestión de sentarse a hablar y hacer click, verlos resbalarse, reírse, ser torpes, decir tonterías, hacer chistes y llorar. Hacer parecer es algo que incluso la ficción trata de evitar, realmente fueron días tratando de que se acostumbraran a una cámara.
Se trató de no meterlos a ellos en la lógica de un rodaje sino meter el rodaje en la lógica de ellos. No pretendía transformarlos sino conocerlos, tratar de ser lo más abierto posible y ofrecerles una amistad.
En un principio usted tuvo la idea de una película de ficción ¿qué factores influyeron para cambiar de parecer y decidirse por un documental?
A los 13 años tuve una amiga que se llamaba Laura, ella tenía un novio al que le decíamos ‘Rencor’. Siempre había querido retratar esta historia, pero era muy difícil hacer de repente una película de ficción, a pesar de que fuese real era algo a lo que no tenía acceso. Quise mirar para atrás y empezar a reconectar con la gente que conocí en la adolescencia, volver a las raíces, al barrio y a los hermanos de mis amigos de esa época.
La intención era hacer una investigación para la ficción, pero también tratar de entender eso que en Bucaramanga llaman ‘los ñeros’, un nombre tan despectivo que corresponde a jóvenes de barrios populares que carecen de oportunidades y tienen una serie de problemas. A partir de ahí entra el viaje en tractomula, que para mí significa esa búsqueda de identidad en la adolescencia que se atrofia y se ve trastocada por una violencia. Quise tratar de entender qué lleva a un joven a irse a viajar en mula cinco días.
Los funerales son una fiesta en La Fortaleza ¿Cuál es la relación de las barras bravas con la muerte?
Realmente el tema de la muerte está presente en el documental porque es el ciclo de vida de ellos. Casi todos se vuelven hinchas por algún hermano o familiar mayor que asesinaron y eran ejemplo a seguir. Se debe vivir para alentar el equipo, verlo triunfar, y en ese orden de ideas así se debe morir, luchándola por su equipo.
La relación con el mundo de los muertos es la idea de prevalecer en el tiempo y es algo muy particular. Es la idea de una muerte consagrada.
¿Cuánto tiempo duró la planeación, el rodaje y la posproducción?
La planeación se fue dando en el proceso, el rodaje fue todo el 2015, no sabíamos que iba a ser el año del ascenso. Comenzamos filmando a principio de año, íbamos a los partidos, no nos dejaban entrar al estadio, luego comenzamos a entrar cámaras como podíamos. Desde un principio teníamos claro el viaje en la mula pero no que íbamos a escoger un personaje con un viaje de identidad. El rodaje fuerte fue la semana de los cuadrangulares del ascenso, estuvimos treinta días viviendo en La Cumbre.
Usted comentaba que sigue la idea de hacer una película de ficción ¿Cómo va ese proyecto?
Sí, siempre he querido tratar el tema de ser mujer en estos ambientes y también el de un hincha enamorado. Actualmente estamos en el desarrollo de esta película de ficción que se llama ‘Laura & El Rencor’ para el rodaje en el 2020.
VALERIA QUIROGA
Para EL TIEMPO