Indigentes se toman los aún no estrenados paraderos

Desde hace más de un mes que Francisco Fray está intranquilo. Y ya no es por la pandemia. Lo atribuye a la llegada de un puñado de personas que se han apoderado de una de las futuras paradas de la Troncal 4 del sistema de transporte masivo Metrovía, que se levanta frente a su negocio, en las calles Portete y la 29, en el suroeste de la ciudad.

Asegura que durante el tiempo en que se suspendieron los trabajos de construcción de esta y las otras 23 estaciones (que conectarán al oeste con el centro), debido a la pandemia por la COVID-19; las personas vieron en el sitio un lugar no solo para dormir, sino también para “fumar y hacer escándalos hasta el anochecer”.

Con el ceño fruncido, Fray expresa su molestia, además, por la ausencia de un guardia que cuide el espacio tal y como lo había hace más de dos meses cuando las estructuras cogían forma. Y a esto le suma la falta de atención por parte de los agentes de la Policía cuando realizan los patrullajes.

EXPRESO realizó un recorrido por las calles donde se ubican las diferentes paradas y comprobó que en el interior de algunas figuraban colchones, esponjas, cartones y hasta ropa tendida entre los hierros. Ante estos escenarios, los moradores aledaños se sienten preocupados de que estos puntos se conviertan en focos de infección.

Una de ellas es Martha López, moradora de la calle Venezuela, quien asegura que los objetos como los colchones y las esponjas eran recogidos de las calles por estas personas, y teme que hayan pertenecido a fallecidos o sospechosos por el COVID-19.

Al igual que Fray, asegura que cuando inició el proceso de construcción de esta parada, situada cerca a su domicilio, un guardia de seguridad estaba en el sitio la mayor parte del día, pero ahora ya no está. La falta de las puertas ha favorecido a que las personas, incluso extranjeros, de este y otros sectores ingresen con facilidad a cualquier hora.

En las calles Portete, entre la 24 y 25, las escenas se repiten. Allí, dos personas han instalado diferentes tipos de muebles y hasta electrodomésticos en desuso que sirven para ‘esconder’ su permanencia. Estos, según los vecinos, solo llegan en las noches a dormir y no hacen mayor escándalo. Su queja radica en el mal aspecto que dan al vecindario, sobre todo a los locales comerciales cercanos que intentan reactivarse.

Sin embargo, los habitantes de la calle 14, entre Portete y Venezuela, indican que esta problemática se intensificó durante la emergencia sanitaria, y recién hace unas dos semanas, se procedió con el retiro de estas personas, pero el problema continúa.

“Los de esta cuadra no les tenemos miedo y aunque ya han venido a retirarlos, ellos siempre regresan con sus colchones y eso es lo que más nos preocupa; no sabemos si son de los fallecidos por el virus”, señala Eliza Sarmiento, propietaria de un restaurante.

Ella reconoce, asimismo, que durante la suspensión de los trabajos (algo más de 60 días), se registraron más grupos de personas en la estructura, y ahora poco a poco se han ido.

Al respecto de esta problemática, el gerente de la Fundación Metrovía, Leopoldo Falquez, reconoció a EXPRESO que esta situación ocasiona malestar a la comunidad. No obstante, subrayó que el proceso de construcción de la troncal depende del departamento de Obras Públicas del Cabildo, pero que al tratarse de bienes municipales, prometió realizar una inspección -ayer y hoy- en la zona para posteriormente realizar el desalojo de las personas y, “tratar que se implemente una guardianía lo más pronto posible”.

Sobre la seguridad de las estructuras precisó que la contratista es la encargada de ello, no de la Fundación ni del Municipio, pero al momento que se termine la obra (hasta ahora va un avance del 60 %), se procederá con la posesión e implementación de bienes como las puertas, fibra óptica y su propia guardianía.