Con sus pocas pertenencias al hombro, la mayoría de los 400 venezolanos asentados cerca de la antigua carrilera del ferrocarril se fueron alejando a pie, ante un operativo ordenado este viernes por la Alcaldía de Cali.

Una veintena se quedó debatiendo y forcejeando con la policía, denunciando malos tratos.

El secretario de Seguridad, Andrés Villamizar, dijo que no es un desalojo, sino la restitución de un bien público. “Si fueran ciudadanos colombianos, procederíamos de idéntica manera. Nuestra solidaridad con los hermanos venezolanos, pero tenemos denuncias de que en el sitio hay focos de inseguridad, de microtráfico, de prostitución y de afectación para vecinos”. El operativo para acabar el campamento, entre carpas y cambuches, empezó a primera hora de ayer con medio centenar de policías y funcionarios de una Inspección a cargo del procedimiento y de Migración Colombia.

La policía controló las escaramuzas, pero en el sector, entre calles 25 y 26, en el norte de Cali, donde se encuentran la terminal de transportes, la estación del ferrocarril y el río Cali, se armó un trancón durante más de dos horas de los vehículos que iban hacia el centro y el norte. Desde los buses y carros se escuchaban algunas voces a favor de los venezolanos.

El gobierno municipal les ofreció a las mujeres venezolanas que tengan menores o estén en embarazo un mes de subsidio de arriendo.

De acuerdo con Migración Colombia, en el Valle del Cauca se reportan más de 51.000 venezolanos, de los cuales 39.127 se localizan en Cali.

Con dos maletas en sus manos, Liliana Rojas, procedente de Barquisimeto, capital del estado Lara, dijo: “Nos toca irnos a rodar por allí y aguantar más hambre”.

Un intento de bloqueo de la vía puso el momento de tensión. Varios uniformados de la policía se llevaron a un joven, en medio de protestas.

Durante los operativos de desalojo, la policía notificó el hallazgo de un arma de fogueo y varias armas blancas. También señaló que un joven venezolano será judicializado por los enfrentamientos con las autoridades.

No pocos venezolanos se quedaron anoche dando vueltas por ese corredor, donde antes pasó el tren y que hoy son solo carrileras olvidadas e incompletas.

CALI