La mente criminal que estaría detrás de asesinato de chilena

A Ilse Amory Ojeda la habrían asesinado cruelmente. Sus posibles restos fueron incinerados y quedaron esparcidos en tres puntos de la vereda Portachuelo en Rionegro, Santander, a falta del dictamen oficial de Medicina Legal. Había llegado a Colombia el 5 de marzo del 2019 tras dejar en Chile su carrera en las fuerzas armadas de su país y cautivada por el amor que sentía por un hombre 23 años menor que ella.

Su familia le insistió que la relación con un joven menor no le traería nada bueno, pero la chilena aseguraba que con Juan Guillermo Valderrama Amézquita, de 28 años, la pasaba bien.

Valderrama, un expolicía colombiano, conoció a Ilse en el 2016 cuando trabajaba de mesero en un Club de Carabineros en Santiago de Chile. El santandereano, nacido en Charalá, se presentaba como un hombre encantador, tal como lo presume en sus redes sociales, donde se muestra como un joven sonriente y galán.

Este hombre pasó las últimas semanas pegando fotocopias con el rostro de su pareja Ilse Amory Ojeda por su desaparición el 29 de marzo del 2019 en Bucaramanga. El colombiano siempre fue decidido con la versión que le entregaba a las autoridades y medios de comunicación sobre cómo había perdido el rastro de la chilena.

“Me entró una llamada con una persona con quien yo tenía algo. Eso fue lo que destapó todo. Ella se paró muy enojada, decidida. Yo intenté detenerla, pero fue difícil. Fui a pagar la cuenta, cuando me devolví, ya no la pude encontrar”, relató Valderrama sobre la pelea en la tienda La Mejor, en el barrio Las Ceibas, en Bucaramanga, donde supuestamente fue la última vez que la vio.

El fin inicial es netamente económico, es estafarlas, explotarlas no solamente de manera emocional sino de forma económica

Sin embargo, las autoridades unieron serias pistas para demostrar que la versión entregada por Valderrama sería falsa y que, al parecer, él es el responsable de la brutal muerte de Ilse Amory Ojeda, de confirmarse que los restos incinerados sí son de ella.

En las pesquisas de las autoridades se hallaron inconsistencias en las declaraciones entregadas por Valderrama, especialmente en lo que se refiere a la fecha de desaparición de la exsargento chilena, pero fue una llamada la que desenmascaró el macabro asesinato.

Un testigo relató que Valderrama lo había contratado para incinerar una vaca y detalló que la zona donde se realizó el trabajo fue Portachuelo. Tras ver el rostro de este sujeto en medios de comunicación, la persona llevó a las autoridades hasta la zona y allí se encontraron un anillo, un zapato, una platina quirúrgica y unos tornillos que coinciden con la morfología de Ojeda, quien se había realizado procedimientos en el brazo y en la rodilla.

Detrás del crimen, al parecer, estaría la ambición de Valderrama por quedarse con los cerca de 100 millones de pesos con los cuales Ilse llegó desde Chile. También con el seguro de vida por el mismo valor del cual el joven era beneficiario en caso de que la mujer falleciera.

Para Belisario Valbuena, perfilador criminal, el móvil de este crimen es económico, pues es evidente la explotación de Valderrama hacia Ojeda.

En el caso de Valderrama, el especialista indica que es un sujeto que empieza su accionar criminal como estafador en serie, en busca de mujeres que en su forma de ver pueden ser vulnerables. De esta manera, el sujeto ‘caza’ a señoras mayores que él, separadas, preferiblemente en otro país, seduciéndolas con historias ficticias.

No consideró a Ilse como una persona sino como un objeto para obtener sus fines propios

En su estrategia de enamoramiento, Valderrama siempre se mostraba como un hombre encantador, romántico y amoroso, quien era capaz de enviar poesías y dedicar canciones, pero detrás de esa ‘fachada’ se escondía un sujeto manipulador, que iba averiguando cada uno de los vacíos afectivos de su ‘víctima’, como -por ejemplo- si había sufrido algún fracaso matrimonial o con alguna pareja. Luego de enamorarlas, él comienza su estafa, pidiéndoles dinero e incluso viajando gratis a los países de origen de estas mujeres.

“Este tipo de duelo sentimental es aprovechado por el criminal para captarlas, para que le envíen dinero. El fin inicial es netamente económico, es estafarlas, explotarlas no solamente de manera emocional sino de forma económica”, explica Valbuena.

No obstante, Valderrama no solo se encargó de estafar a Ilse sino que se habría atrevido a cruzar la línea del homicidio, eliminando a la víctima, “pues de alguna manera ya le estorbaba para sus fines”, señala el especialista sobre el accionar del colombiano que hoy es sindicado por desaparición forzada, pero no acepto los cargos en su contra.

Ese hombre ha sido el más perro. Él más malo de mi vida. Ese hombre es Juan Valderrama.

En la audiencia del lunes otra pista es clave para analizar a Juan Valderrama. En un video de 6 minutos hallado en el celular de Ilse muestra a la chilena narrando la ‘pesadilla’ que estaba viviendo al lado de su pareja en Bucaramanga.

“Tengo que aguantarme a ese hombre malo y feo, pero voy a empezar de cero, a devolverme a Chile. Ese hombre ha sido el más perro. Él más malo de mi vida. Ese hombre es Juan Valderrama. Él son lucas (dinero). Mientras más lucas tenés, más te quiere”, dice Ilse en un fragmento presentado por la Fiscalía. Ese video fue grabado el 28 de marzo.

En su análisis, el perfilador criminal indica que es posible que Ilse haya descubierto, además de la infidelidad, inconsistencias en el comportamiento de él; es decir, la manera galante como se mostraba a quien era en realidad.

Juan Valderrama, dice el especialista, dejó al descubierto varios rasgos psicopáticos en su personalidad, como la mentira compulsiva o facilidad de mentir, ser encantador y su carencia de empatía; eliminando cualquier conmiseración con el otro.

“No consideró a Ilse como una persona sino como un objeto para obtener sus fines propios. Además, es un tipo irresponsable que no calcula las consecuencias de lo que hace, por eso la trató, prácticamente, como si fuera una res. Este sujeto no consideraba a la mujer como un humano sino como un objeto o animal del cual se puede deshacer cuando quería”, manifiesta Valbuena.

Para el especialista, en la personalidad de Valderrama también hay rasgos de psicopatía, de maquiavelismo y de narcicismo. De hecho en sus redes sociales luce lo que él considera su atractivo para captar a mujeres mayores. “Seguramente se ufanaba de eso, muchas de sus fotos en Facebook lo muestran como alguien egocéntrico, narcisista. Se aprovechaba de esa capacidad para estafar a las mujeres, dañarlas y cruzar la línea de la estafa al homicidio”, explica.

Juan Valderrama

El santandereano Juan Valderrama, de 28 años, viajó a Chile en 2016 y conoció a Ilse Ojeda.

Foto:

Facebook

Respecto a la agresividad de Valderrama, la cual fue denunciada en varias ocasiones por los familiares de Ilse desde Chile, el perfilador añade que como el encanto es simplemente una fachada, en el fondo de su personalidad sicopática lo que hay es ira, rabia y deseo de destruirla emocionalmente o materialmente.

En este caso, el hombre habría hecho ambas cosas, teniendo en cuenta que no solo llegó a destruirla emocionalmente con todo el engaño y la farsa que creó, sino también material, pues al parecer acabó con su vida.

“Quemar es un sinónimo de ira. Ese comportamiento de piromanía es sicopático y hace referencia a la ira. En el fondo él la odiaba y la destruyó de esa manera. Esa crueldad tiene que ver con que como su objetivo ya estaba cumplido, ella ya no le servía”, agrega Valbuena.

El experto apunta que con todo el enojo que manifestó, Valderrama terminó dejando rastros los cuales permiten que se le imputen cargos, pues aunque intentó eliminar pruebas, se equivocó con lo que debía hacer para evitar ser detectado.


NACIÓN